Cambios en los órganos sensoriales en el envejecimiento

 Órganos sensoriales

 

Cada uno de los 5 sentidos se torna menos eficientes con la edad avanzada, lo que infiere en menor grado de la seguridad, las actividades normales de la vida diaria y el bienestar general. 

 


Vista

Los cambios que tienen mayor impacto son en la vista. La presbicia -la incapacidad de enfocar o acomodar adecuadamente- debido a la reducción de la elastina del cristalino, inicia a partir de la cuarta década de la vida y es característica de la tercera edad. Este problema de visión hace que la mayoría de los adultos de mediana edad y mayores necesiten gafas correctoras para llevar a cabo tareas delicadas. El campo visual se estrecha dificultando la visión periférica, dificultad para mantener la mirada hacia arriba, la pupila es menos sensible a la luz. La visión nocturna y en zonas obscuras resulta difícil y se requiere más luz que los jóvenes. 

La densidad y tamaño del cristalino incrementan haciendo que este se vuelva más rígido y opaco; en la 5ta década de la vida conduciendo al desarrollo de cataratas, disminuye la percepción de tonos de colores obscuros, azules, verdes y violetas. La percepción de profundidad se distorsiona causando problemas para determinar correctamente la altura de banquetas y escalones. La reabsorción menos eficiente del líquido intraocular aumenta el riesgo de desarrollar glaucoma, el músculo ciliar se atrofia y gradualmente es reemplazado por tejido conectivo.


El aspecto de ojo puede estar tan alterado, reducción de las secreciones lagrimales puede ocasionar sequedad y falta de brillo, y es posible la aparición de un círculo blanco brillante parcial o completo que se desarrolla alrededor de la córnea (arco senil).

La cantidad de humor vítreo disminuye y la proporción de líquido aumenta, haciendo que el cuerpo vítreo se separe de la retina; ello genera visión borrosa, imágenes distorsionadas y presencia de residuos.

 

Audición

La presbiacusia es la pérdida progresiva de la audición que se produce por los cambios relacionados con la edad en el oído interno, por pérdida y degeneración de células, disminución del suministro de sangre, perdida de la flexibilidad y reducción de la endolinfa.

Los sonidos de alta frecuencia de 2000Hz o más son los primeros que se pierden; una variedad de factores, entre ellos la exposición a ruidos fuertes.


El equilibrio puede alterarse a consecuencia a consecuencia de la degeneración de las estructuras vestibulares y de la atrofia de la cóclea, el órgano de corto y la estría vascular.

 

Gusto y olfato 

Cerca de la mitad de todas las personas de edad experimentan alguna perdida de su capacidad para oler. El sentido del olfato se reduce por que disminuyen el número de células sensoriales en la mucosa nasal y el de células en el bulbo olfativo del cerebro, a los 80 años se tiene la mitad de la sensibilidad para los olores; se experimenta más en los hombres que en las mujeres.

 


Como la mayor parte de la agudeza del sentido del gusto depende del olor, la disminución del sentido del olfato altera también el sentido del gusto. La atrofia de la lengua puede disminuir las sensaciones de sabor. La capacidad para detectar el sabor salado se afecta más que otras sensaciones gustativas. La reducción de producción de saliva, medicamentos y enfermedades afectan la percepción del sabor.

 

Tacto

La edad avanzada se vincula con disminución del número de receptores del tacto. Esto da como resultado incapacidad para sentir la presión y el dolor o diferencia temperaturas, presentado riesgos para su seguridad. 

 

 


Cambios psicológicos 

Los cambios psicológicos pueden estar incluidos por el estado de salud, los factores genéticos, los logros educativos, la actividad y los cambios físicos y sociales.

 

Personalidad

Los cambios drásticos en la personalidad básica no se producen normalmente a medica que se envejece; excluyendo procesos patológicos, la personalidad es compatible con la mantenida a lo largo de la vida, aunque quizá sea más abierta y se expresara más honestamente. La supuesta rigidez de las personas mayores es más un resultado de las limitaciones física y mentales que un cambio de la personalidad. Por ejemplo, la insistencia de un adulto mayor para que no se muevan de lugar sus muebles puede interpretarse como rigidez, pero tal vez sea una táctica de seguridad para alguien con mala memoria y déficit visual. 

 

Pueden presentar cambios en los rangos de la personalidad en respuesta a los acontecimientos que alteran la continuidad, la jubilación, la muerte de un familiar a cercano, la perdida de la independencia, la reducción de los ingresos, la discapacidad etc.

 

El ánimo, la actitud y la autoestima tienden a ser estables a lo largo del ciclo de la vida.

Memoria

Los tres tipos de memoria son: la de corto plazo (dura segundos a 30 minutos), la de largo plazo que implica aquello que se aprendió hace mucho tiempo y la sensorial que se obtiene a través de los órganos de los sentidos y dura solo unos pocos segundos.



La capacidad de retener información en la conciencia mientras se maneja otra información se reduce.

 

Inteligencia

Con la edad se mantiene la inteligencia básica. Las habilidades de compresión verbal y de realización de operaciones aritméticas no se modifican, la inteligencia cristalizada, que es el conocimiento acumulado durante toda una vida se mantiene permitiendo la resolución de problemas.

 

Aprendizaje

La capacidad de aprender no se altera con la edad, pero puede estar afectada por factores que limiten el aprendizaje como la motivación, la atención, la transmisión diferida de la información al cerebro, la enfermedad.

Los mayores muestran una disminución de la capacidad de vigilancia, se distraen más fácilmente, y mantienes la atención a por 45 minutos aproximadamente.

 



Bibliografía 

Eliopoulos C. La población de edad avanzada Pag 2-11. Enfermería Gerontológica. Octava edición, Wolters Kluwer.

 

 

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